No te dejes llevar por Jackson Hole, es un "masaje mental" en el mundo financiero. Cada año, en la reunión de Jackson Hole, el mercado se comporta como un estudiante antes de un examen: nervioso, ansioso, deseando escuchar las respuestas. Pero el profesor —la Reserva Federal— nunca da una "respuesta estándar", solo lanza algunas pistas vagas. Así, el mercado automáticamente comienza a imaginar el guion: expectativas de reducción de tasas, movimientos del dólar, subidas y bajadas del oro, comparable a un gran escenario de proyección psicológica. De hecho, esto se asemeja más a un "masaje psicológico financiero": hace que los inversores sientan que "el banco central aún tiene el control de la situación", a pesar de que la realidad sea compleja. En otras palabras, lo que se transmite aquí no es política, sino confianza. Los jugadores inteligentes deben entender que el ritmo de la política debe observarse a través de los datos, y no creer ciegamente en una frase. Después de todo, lo que realmente determina el mercado no es la reunión en sí, sino ese "pequeño corazón que es fácil de estimular" del propio mercado.
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#杰克逊霍尔会议#
No te dejes llevar por Jackson Hole, es un "masaje mental" en el mundo financiero.
Cada año, en la reunión de Jackson Hole, el mercado se comporta como un estudiante antes de un examen: nervioso, ansioso, deseando escuchar las respuestas. Pero el profesor —la Reserva Federal— nunca da una "respuesta estándar", solo lanza algunas pistas vagas. Así, el mercado automáticamente comienza a imaginar el guion: expectativas de reducción de tasas, movimientos del dólar, subidas y bajadas del oro, comparable a un gran escenario de proyección psicológica. De hecho, esto se asemeja más a un "masaje psicológico financiero": hace que los inversores sientan que "el banco central aún tiene el control de la situación", a pesar de que la realidad sea compleja. En otras palabras, lo que se transmite aquí no es política, sino confianza. Los jugadores inteligentes deben entender que el ritmo de la política debe observarse a través de los datos, y no creer ciegamente en una frase. Después de todo, lo que realmente determina el mercado no es la reunión en sí, sino ese "pequeño corazón que es fácil de estimular" del propio mercado.