Hay dos tragedias en el comercio: una es la desesperación total y la otra es la ambición desmedida. La belleza pertenece a los que tienen confianza, la calma pertenece a los que están preparados, y el unilateralismo pertenece a los que tienen una estrategia. Esto debería ser un baile; la persona que al principio te enseñó los pasos de baile, puede que no esté contigo al final. Algunos pierden todo por la avaricia, mientras que otros se pierden un futuro por la precaución. Tómate un momento para observar el mercado, deja de lado la impaciencia y espera. Lo que debe llegar, llegará; no desaparezcas antes del amanecer.